Del paro a los comedores de beneficencia

No se han desencadenado brotes de conflictividad social, como algunas voces alarmistas vaticinaban. Los que no ven futuro han optado por hacer las maletas y volver por el mismo camino que han venido. Es la última posibilidad, pero muchos inmigrantes ya han emprendido su operación retorno. Según la última Encuesta de Población Activa, en el tercer trimestre de 2009 han vuelto a sus países de origen el 19,6% de los extran jeros demandantes de empleo.

La Cruz Roja, una de las entidades que gestiona los programas de retorno promovidos por el Ministerio de Trabajo, tramitó en la primera mitad de este año 120 solicitudes. Otras 139 personas acudieron a sus oficinas para solicitar información relacionada con el regreso a su país de procedencia. Estas cifras, según los expertos en emigra ción, representan una mínima parte de los retornos reales: la mayoría de los que regresan lo hacen por su cuenta.

Pocos extranjeros

El porcentaje de extranjeros con permiso de residencia que viven en Galicia representan menos del 2% de la población inmigrante española. ‘Aunque en esta comunidad han aumentado los regresos, son pocos en comparación con otras zonas de España’, explica Rocío Rodríguez, portavoz del Foro Galego de Emigración. ‘Al perder su empleo y no poder renovar su permiso de estancia, tienen que tomar esta decisión o vivir en la irregularidad.’ Los responsables de la atención a inmigrantes de Cruz Roja estiman que en Galicia el número de retornos se ha duplicado respecto al año pasado. En el conjunto de España se han tramitado 4.753 solicitudes (3.977 aprobadas, 776 denegadas y 335 pendientes de resolver. A esta cifra hay que sumar la de los familiares acompañantes (2.100 personas) para totalizar el número de beneficiarios: 6.077 personas.

Son cifras oficiales, pero no siempre se ajustan a la realidad. Lo primero que hacen los extranjeros al llegar a España es empadronarse para tener acceso a la atención sanitaria. El padrón recoge prácticamente todas las llegadas, pero no las salidas porque muchos no se dan de baja al abandonar el país.

Los que se quedan en paro y deciden acogerse al programa de retorno de extranjeros también tienen derecho a la prestación por desempleo. El Ministerio de Trabajo les ofrece la posibilidad de sustituir la ayuda mensual por el cobro en dos pagos: el primero, correspondiente al 40% de la prestación, cuando todavía están en España, y la segunda (el 60% restante) cuando ya estén en su país de origen. Los beneficiarios de este programa tienen que regresar en los treinta días posteriores al cobro del primer plazo y acreditar su regreso en la oficina consular española de su país de origen.

La crisis económica está acentuando la caída en el ritmo de contrataciones en los países de origen

El mercado de trabajo padece los efectos de la crisis desde hace meses. Y, según pronostican los especialistas en relaciones laborales, lo seguirá haciendo el próximo año. La contratación de extranjeros en origen ha descendido progresivamente: el año pasado se tramitaron 136.604, mientras que en 2007 se habían formalizado casi 200.000 contratos. La caída se ha transformado en desplome en este ejercicio: el primer trimestre de 2009 se cerraba con 6.947 contrataciones.

La explicación es sencilla. No parece razonable que el Ministerio de Trabajo recurra a la contratación en origen cuando la tasa de paro registra máximos históricos. La tendencia descendente apunta hacia un punto cero de contrataciones, pero los expertos en relaciones laborales insisten en que será necesario importar mano de obra para algunos sectores de baja cualificación.

Fuentes del Ministerio de Trabajo aseguran que ‘sólo se recurrirá a esta opción cuando la demanda interna no pueda ser atendida’. La crisis en la construcción cierra muchas puertas, pero hay sectores en los que los que el mercado acepta foráneos: servicio doméstico, geriatría, dependencia o sanidad.