La crisis frena la entrada de inmigrantes clandestinos en la UE

(29/10/2009)

(AFP) – hace 17 horas

MADRID — El número de inmigrantes clandestinos interceptados en las puertas de la Unión Europea (UE) ha disminuido claramente desde principios de año por la crisis económica, según dijo este miércoles en Madrid un responsable de Frontex, la agencia europea de control de fronteras.

En total, 51.600 emigrantes clandestinos han sido interceptados en las fronteras terrestres y marítimas de la UE en los seis primeros meses del año, es decir, un 17% menos que en 2008 en el mismo periodo, declaró el director adjunto de Frontex, Gil Arias Fernández, durante una rueda de prensa.

Atribuyó esta disminución a la crisis económica que reduce a los ojos de los posibles emigrantes las perspectivas de encontrar un empleo en Europa y sus posibilidades de financiar un viaje. "Nadie arriesga su vida si no tiene una vida mejor en perspectiva", declaró Fernández, estimando que el número de llegadas de inmigrantes clandestinos en la UE seguirá bajando de aquí a finales de año y en 2010. "La crisis económica que afecta a Europa afecta también a África y, por lo tanto, también es más difícil para ellos reunir el dinero suficiente para su viaje"

Grecia es el país donde más inmigrantes clandestinos han sido interceptados desde principios de año, con un 70% del total, por delante de Italia (13%) y España (alrededor del 9%), informó el responsable de Frontex.

Las llegadas de inmigrantes clandestinos por vía marítima se han reducido notablemente en España y en Italia desde principios de año. Pero han aumentado mucho en Grecia, donde han pasado de 9.500 en los seis primeros meses de 2008 a 14.000 entre enero y junio pasados, debido principalmente a un flujo constante de afganos y somalíes.

Fernández atribuyó este aumento a la falta de cooperación por parte de Turquía, que firmó hace una diez años con Grecia un acuerdo de readmisión de clandestinos que hubieran transitado por su territorio.

Subrayó que estas cifras no tienen en cuenta los rechazados en los aeropuertos, ya que no son necesariamente inmigrantes clandestinos y Frontex se limita a las fronteras exteriores de la UE.