La crisis todavía se nota de forma contundente en el envío de dinero de los inmigrantes que trabajan en España a sus países de origen. En el segundo trimestre, las remesas alcanzaron los 1.673 millones, lo que supone un descenso del 13% respecto al mismo periodo del año anterior. Un retroceso por encima de los dos dígitos pero inferior al registrado entre enero y marzo, cuando se desplomaron un 17%.

Estas cifras publicadas por el Banco de España ponen de manifiesto el impacto de la crisis económica y del incremento del desempleo entre la población extranjera en los últimos meses, si bien se observa una tendencia al alza de las remesas entre el primer y el segundo trimestre. Así, en tasa intertrimestral, el dinero enviado entre abril y junio fue un 1% más que el enviado entre enero y marzo.

Con todo, el desempleo entre la población extranjera en septiembre, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, muestra que el número de parados entre los extranjeros aumentó en 12.748 personas respecto a agosto, un 2,6% más. En total, los inmigrantes en paro sumaban al finalizar el mes pasado 501.318 desempleados, con un repunte de 202.448 parados (+67,7%) en el último año.

Hasta finales de 2007, la llegada creciente de inmigrantes al país había permitido una evolución positiva de las remesas. Así, desde el año 2002 las estadísticas del Banco de España reflejaban que las remesas de inmigrantes habían ido creciendo de forma paulatina. Por su parte, el dinero procedente de los españoles que viven en el extranjero descendió un 10% en 2008, hasta los 1.209 millones de euros, frente a los 1.344 millones de euros registrados en el primer trimestre de 2008.