La Asociación por la Solidaridad y la Igualdad Social acaba de regresar de Rabat, ciudad en la que la Asociación Valenciana de Ayuda al Refugiado (AVAR) ha presentado el informe del proyecto Infomigra para diseñar campañas de información que adviertan de los peligros de la inmigración ilegal en los países de origen de los inmigrantes que proceden de terceros países. De hecho, Italia, Grecia y España son los países receptores de un mayor número de inmigrantes procedentes del norte de África y de otros países africanos que utilizan Marruecos y Senegal como plataformas de salida para la migración hacia Europa. Así, el principal objetivo de Infomigra es concienciar «de los peligros de la inmigración ilegal en la Unión Europea y su estancia ilegal en los países comunitarios» y, al parecer, los gobiernos de Marruecos y Senegal se han comprometido a utilizar «la información y la sensibilización» entre ese sector de la población.

No obstante, lo que más sorprende de la participación de la asociación que preside Ikram Aanan en ese foro de Rabat es el programa que pretende poner en marcha junto a la Asociación Valenciana de Ayuda al Refugiado para apadrinar a las menores marroquíes «que, en Melilla, trabajan como empleadas de hogar», una práctica «normalizada» a pesar de que tener a niñas de menos de 16 años dedicándose a las tareas del hogar es una manifiesta ilegalidad. Más allá, lo que se plantea es que las familias que acogen a esas menores «permitan que las niñas puedan participar en cursos formativos durante unas horas determinadas del día».

Según apunta, esta situación afecta al, aproximadamente, el 20 por ciento de las niñas que no son tuteladas por el Gobierno autónomo y que cruzan a diario por los pasos fronterizos, pero ni Delegación del Gobierno ni Ciudad Autónoma tienen conocimiento de esta denuncia «porque todavía se está a la espera de mantener un encuentro con sus representantes».