Manuel Suárez, izquierda, con Andrés García y, sentada, su madre

El 13 de septiembro de 1859 nacía en Río de Janeiro la Sociedade Espanhola de Beneficencia, entidad en la diáspora carioca con más solera. Y pasado mañana se conmemorarán los 150 años de su creación, a lo largo de los cuales ha promovido un hospital, que aún gestiona y atiende a 40.000 personas cada año. Hasta ultramar se ha desplazado una delegación barcalesa, con el alcalde Andrés García y los concejales Manuel Tourís y Manuel Paredes al frente. ¿El motivo? llevar el apoyo de los vecinos y un donativo de 3.000 euros a una sociedad que cuenta con una presidenta de origen xalleiro, Andrea Canella da Silva Paredes, y un bañés de pura cepa, Manuel Suárez Silva, como vicepresidente.

Esta sociedad, con un evidente peso gallego en cuanto a asociados, presta servicio a alrededor de mil emigrantes que residen en ese estado, según cifras del consulado español, proporcionando asistencia sanitaria. El regidor, que ayer establecía contacto telefónico en medio de las intensas lluvias que azotan la ciudad del Pan de Azúcar, estrechaba aún más los vínculos con una colectividad que tiene como valedor al insigne vecino de A Riba, al alimón hijo de la abuela del municipio, Eulalia Silva Suárez. Y precisamente, con ella estuvo el pasado año este vicepresidente de la diáspora, con motivo del 102 cumpleaños de su madre (hoy felizmente rebasa los 103).

De igual forma, este diario había acudido al domicilio bañés de Eulalia con motivo de su cumpleaños, quien no sólo dio unas evidentes muestras de lucidez, sino que demostró que aún es capaz de sachar o cruzar el océano (lo hizo en dos ocasiones) para visitar en Río a Manuel. Entre los actos previstos en Brasil, la Xunta entregará una placa conmemorativa y presentará el libro 150 años de historia da Sociedade.

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