Marroquíes, rumanos y ecuatorianos son las tres nacionalidades con mayor presencia en nuestro país donde viven ya de manera legal 4.625.191 extranjeros. Pese a la crisis y la destrucción de empleo que se ha cebado de forma especial en los inmigrantes, éstos han aumentado un 10,9 por ciento en un año. El mayor incremento corresponde a asiáticos y europeos, tanto comunitarios como no comunitarios (más del tres por ciento). Rumanía es el país que se ha disparado en el último trimestre (25.137 personas más).

La radiografía del Observatorio Permanente de la Inmigración muestra que Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía agrupan al 65,2 por ciento de los extranjeros legales, es decir, con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor; que 626.519 son menores de 16 años y de esos el mayor porcentaje corresponde a africanos (un 23,9 por ciento). La población más envejecida (mayores de 64) es norteamericana. Los marroquíes y los chinos son los más jóvenes del centro de la pirámide.

Los extranjeros que han nacido en España ganan terreno (249.888 personas) y una vez más esta estadística la encabezan los marroquíes (119.352 nacionales); el siguiente colectivo en importancia es el chino con 20.231 personas, seguido de los rumanos.

La gran mayoría de inmigrantes son trabajadores por cuenta ajena (900.000); y 212.488 extranjeros han obtenido la residencia por reagrupación familiar «no necesariamente en los últimos doce meses», según precisa el Observatorio. Los asiáticos son los que más han traído a sus familiares a vivir con ellos (un 10.3 por ciento). De los inmigrantes con tarjeta en vigor incluidos en el régimen general (el que se aplica a todos salvo a los extranjeros comunitarios), más de un millón cuentan con una tarjeta permanente mientras que el 60 por ciento aún tiene una temporal. Casi 700.000 inmigrantes han renovado ya sus tarjetas por segunda vez.