La comunidad gallega lleva décadas con un saldo vegetativo negativo, es decir, con más defunciones que nacimientos en un año natural. Esta dinámica no solo se mantiene, sino que se acentúa con el paso del tiempo y solo la llegada de inmigrantes actúa como factor de compensación para suavizar el declive poblacional. Sin ellos, la pérdida de población sería muchísimo más acusada, tal como se ha demostrado otra vez en el primer semestre de este año, en el que los inmigrantes fueron capaces de reducir casi a la mitad (un 40%) el descenso del número de habitantes.
Según los datos del INE difundidos ayer, entre enero y junio se registró en Galicia un saldo vegetativo de -9.326 personas, la diferencia entre los decesos y las nacimientos, pero la merma real de la población fue de 5.663 habitantes (una caída del 0,21%). Esto fue debido a que 3.736 personas procedentes del exterior eligieron Galicia en el primer semestre del año como lugar de residencia: 1.620 con origen en el extranjero y 2.116 en el resto de España, siendo estas cifras la diferencia positiva entre los que llegaron a la comunidad y los que tuvieron que emigrar.
Habitantes
A 1 de julio de este año, Galicia contaba con 2.691.213 habitantes, 5.663 menos que a 1 de enero, tal como reflejan los datos provisionales del INE, fundamentalmente debido al saldo vegetativo, que fue el tercer peor en números absolutos entre comunidades. De este modo, Galicia pierde un 0,21% de su población en los primeros seis meses, un descenso más acusado que el de la media española (-0,15%). Solo cuatro comunidades computan datos positivos en este periodo, con Murcia a la cabeza (0,20%), seguida de Canarias (0,09%), Valencia (0,08%) y Cantabria (0,01%), en los cuatro casos porque la entrada de inmigrantes compensó el mayor número de defunciones frente a los nacimientos.
En el conjunto de España, la población se redujo en 72.007 personas en la primera mitad del año, tras un quinquenio de subida. A 1 de julio España tenía 47.326.687 habitantes. Según el INE, este descenso se debió casi en su totalidad al saldo vegetativo, que fue negativo en menos 70.736 personas. Mientras, el saldo migratorio fue casi nulo (de menos 366 personas).
De los datos se desprende que se redujo tanto la población extranjera, que descendió en 42.364 personas en la primera mitad del año, el mayor descenso en un semestre desde el segundo de 2014; como la española, que cayó en 29.643 personas.
Además, la estadística revela que, en los seis primeros meses de 2021, abandonaron España con destino al extranjero 202.004 personas, la cifra más alta de emigrantes desde el segundo semestre de 2013; y llegaron 201.638 inmigrantes, el mínimo desde la primera mitad de 2016.
Por comunidades autónomas, los mayores descensos de población en el primer semestre de 2021 se dieron en Aragón (-1,33%), Principado de Asturias (-0,39%) y País Vasco (-0,38%), Extremadura (-30%), Castilla y León (-30%) y Madrid (-29%).
