La tragedia de la inmigración subsahariana riega de cadáveres el mar Mediterráneo, de personas que acabaron ahogadas buscando una vida mejor, un sueño que se truncó y acabó en tragedia en demasiadas ocasiones, sobre todo, en las proximidades de la isla italiana de Lampedusa. Fue en ese marco donde surgió la Cruz de Lampedusa, un elemento que se ha convertido en un símbolo de la solidaridad con los migrantes que sueñan con llegar a Europa. La cruz esta esta semana en las parroquias de Santa María de Caleiro (Vilanova), en la de San Xulián de A Illa y en la de Santa Mariña de Cambados para que todos los feligreses participen en los actos que se van a celebrar en torno a ella.
La Cruz de Lampedusa fue elaborada por el artista Franceso Tuccio con restos de una de la barcaza que naufragó el 3 de octubre de 2013. En ella viajaban medio centenar de personas, siendo rescatadas 155 y falleciendo una cifra cercana a las 360. Lo ocurrido causó una profunda conmoción en Italia y Tuccio decidió elaborar esta cruz para honrar y recordar a los fallecidos. En abril de 2014, la cruz le fue mostrada al Papa, que la bendijo con la condición de que viajase por todo el mundo denunciando lo que ocurría en el Mediterráneo y solidarizándose con los inmigrantes.
Desde entonces está dando vueltas al mundo y visitó la comarca de O Salnés a principios de este mes, haciendo parada en San Miguel de Deiro (Vilanova), Padriñán (Sanxenxo) y San Martiño de O Grove.
El cura párroco de San Xulián de A Illa, David Álvarez, reconocía ayer que “se trata de una talla única en el mundo con un significado muy importante”. Es por ello que, en su parroquia, donde permanecerá mañana y el jueves, se ha organizado una vigilia de oración en la que se han implicado los más jóvenes, aunque “está abierta a todo el mundo”. En Caleiro, donde está desde ayer, se organizó una procesión desde la iglesia hasta el salón parroquial, donde participaron un buen número de feligreses.