El fenómeno del retorno consolida su caída y en 2008 sólo regresaron 844 ourensanos

Los últimos datos conocidos de españoles retornados del extranjero avalan la tendencia de los últimos años: cada vez regresan en menor número. La estabilización social y económica de Latinoamérica ha contribuido a ello. 2002 fue un año de retornos masivos, a causa principalmente del ‘corralito’ argentino. Desde entonces, cuando se incorporaron a Ourense y Galicia 1.569 y 10.050 emigrantes respectivamente, las cifras han menguado, cayendo, en el caso de la comunidad, por debajo de la mitad.

Emigrantes españoles haciendo cola, en 2003, ante la embajada de España en Caracas.

El retorno sigue cayendo. En Ourense lo hace por quinto año consecutivo, en un comportamiento levemente distinto al resto de Galicia, cuando a partir de 2002, tras la crisis argentina, la vuelta decreció. Aquí, 2003 fue un año todavía de mayores regresos. No obstante, 2001 fue el año culminante: 1.903 ourensanos retornaron. En lo sucesivo no ha hecho sino enfriarse la tendencia, con un rebrote en 2003. En 2008, en cambio, sólo volvieron 844, según la Secretaría de Estado de Emigración. La mitad que siete años antes. Por lugar de partida más indicativo, 285 volvieron de la UE, 153 del resto de Europa, 363 de América del Sur, 33 de América del Norte, seis de Oceanía, tres de Asia y uno de África.

La perspectiva autonómica también resulta contundente, con una caída en seis años del 57%, al decrecer de 10.050 a 4.385 las personas que pusieron rumbo a Galicia. Lógicamente, esta dialéctica es común a España, a donde retornaron 31.388 emigrantes el año pasado.

Las cifras, decrecientes año a año, se explican a partir la estabilización social y económica que hoy vive Latinoamérica. Pero existen otros factores menos coyunturales. Pilar Pin, recién nombrada directora general de la Ciudadanía Española en el Exterior, considera que ‘de algún modo el proceso de retorno está afectado por la actual configuración generacional de la emigración española; más del 50% de los residentes en el exte rior han nacido ya fuera de España y sus expectativas laborales y vitales no pasan por el regreso’. Asimismo, la estadística y los estudios reflejan un escenario en el que ‘una parte de ciudadanos en el exterior desean sentirse vinculados a España en todo momento pero residir en el país que los acogió’.