Sara González Iglesias Santiago de Compostela, 30 jul (EFE).- El sociólogo italiano Enzo Pace señaló, en una entrevista con Efe, que la inmigración musulmana en Europa puede suponer "una ocasión extraordinaria para acelerar la reforma" que comienzan a experimentar la sociedad y religión musulmanas.

Según Pace, que es profesor de Sociología en la Universidad de Padua y participa esta semana en el 30º Congreso de la Asociación Internacional de las Religiones, en Santiago de Compostela, se trata de un proceso "largo y difícil" encabezado por mujeres y jóvenes, que cobrará importancia en los próximos años.

Pregunta.- ¿Qué destacaría de la religión y cultura islámicas de hoy en día? Respuesta.- Hay un movimiento de pensamiento, de jóvenes y mujeres, que intenta presentar diferentes maneras de interpretar el humanismo musulmán, contrarrestando el papel patriarcal que ha influenciado la religión musulmana. Se basa en la reinterpretación de los textos sagrados para afirmar la compatibilidad entre el mensaje humanístico del islám y los derechos humanos. Es muy interesante, son las mujeres musulmanas las que tratan de contrarrestar el dominio masculino tradicional.

P.- Pero la mayoría de los países de cultura y religión musulmanas, siguen basándose en tesis patriarcales...

R.- En la mayoría de los países musulmanes, esta reforma religiosa parte de una cuestión más grande que la de la igualdad entre mujeres y hombres. Es una lucha religiosa, social y política.

Los movimientos fundamentalistas representan la reacción política contra este movimiento que intenta conciliar modernidad e islám.

P.- ¿Cuándo surgió este movimiento? R.- Comenzó durante la presidencia de Mohammad Khatami en Irán, entre 1992 y 1997. Irán es una especie de laboratorio del islám porque hay una gran cantidad de mujeres con estudios universitarios.

Después, sucedió el drama de Nueva York y luego, hubo una nueva ola reformista en Indonesia, Malasia y Estados Unidos. En los países de origen, este movimiento penetra por las capas intelectuales. La manera de que la reforma tenga impacto es mediante la educación.

P.- ¿En qué países está menos y más avanzado este cambio? R.- Menos, en países que hacen una interpretación más literal del islám, como Arabia Saudí, Qatar, Omán o Yemén. En los que más, Siria, Líbano, Indonesia o Jordania, donde es muy importante el papel de la reina Rania, una mujer que lleva pantalones y habla de los derechos humanos y de los de las mujeres.

P.- Esta reforma ¿es un proceso difícil? R.- Es muy difícil. Nuestra sociedad en Europa puede ser un desafío para los musulmanes europeos, porque tenemos democracia y libertad de pensamiento y religión. Europa puede suponer una ocasión extraordinaria para acelerar la reforma.

P.- ¿Es más abierta la sociedad musulmana que vive en Europa que en sus países de origen? R.- Sí, hay una gran diferencia, sobre todo, cuando se pasa de la segunda generación a la tercera, y ésta se siente española, inglesa, francesa, los jóvenes de hoy. Con ellos puede llegar el cambio.

P.- En los países musulmanes de origen, las libertades y derechos suelen estar más restringidos...

R.- Sí, esto puede explicar la emigración. Hay razones económicas, pero también culturales. Hay mujeres que escogen la inmigración como emancipación y ellas pueden constituir la fuerza en el movimiento de cambio. Los emigrantes van a contribuir a cambiar sus países de origen con sus votos.

P.- ¿Cómo acepta Europa a los inmigrantes musulmanes? R.- El terrorismo islámico ha destruido una parte del proceso de integración y se transmite una imagen no positiva en los medios de comunicación. La mayoría de los musulmanes en Europa se sienten integrados. Hay una minoría que piensa que la democracia y la libertad de religión representan un peligro para la identidad e integridad de la religión musulmana, una minoría que los musulmanes europeos deben contrarrestar más que en sus países de origen.EFE