R. PRIETO - A CORUÑA Es el nuevo boom de la emigración. Como a principios del siglo XIX, los gallegos vuelven a hacer las maletas en busca de una salida laboral. Hace décadas, los que cruzaban el charco para hacer las Américas huían de la hambruna. Hoy, los que ponen rumbo a Europa o Iberoamérica lo hacen forzados por la crisis que en el último año ha colocado la tasa del paro en número rojos: Más de cuatro millones de desempleados en España, entre ellos 200.000 gallegos. Los problemas para encontrar trabajo o el traslado por motivos laborales han convertido a miles de gallegos en los nuevos emigrantes del siglo XXI.
Un total de 7.435 residentes en Galicia emigraron el año pasado al extranjero, un 36% más que el año anterior. No fueron los únicos que decidieron probar suerte fuera de su tierra. Según el último informe de variaciones residenciales del Instituto Nacional de Estadística (INE) hecho público ayer, otros 19.481 gallegos se trasladaron en 2008 a otra comunidad autónoma. En este caso, la emigración a otros puntos del Estado descendió un 14,2% respecto a 2007, año en el que 22.722 personas abandonaron su residencia en Galicia para asentarse en otras comunidades.
Pero la crisis no entiende de regiones. La emigración de España a otros países aumentó el año pasado en todas las comunidades autónomas. Sin embargo, en el caso de Galicia el porcentaje (35,9%) duplica la media nacional (17,55%). La mayoría de los ciudadanos procedentes de A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra que fijaron su residencia en otros países son extranjeros (4.464, frente a los 3.015 que lo hicieron en 2007). Los 2.971 restantes son españoles que también decidieron lanzarse a la aventura fuera de su país –519 más que los 2.452 contabilizados el año anterior–. En el caso de los españoles que se trasladaron de Galicia a otros países, el porcentaje respecto a 2007 aumentó en un 21%.
Pese al incremento del número de gallegos que se fueron al extranjero, Galicia empieza a poner freno a la emigración a otras comunidades autónomas. El año pasado, gallegos y catalanes fueron los que menos emigraron a otros puntos del Estado. A lo largo del año pasado, un total de 19.481 ciudadanos residentes en Galicia (15.335 españoles y 4.146 extranjeros) cambiaron su domicilio a otras comunidades, mientras que 22.561 (17.607 españoles y 4.954 extranjeros) se asentaron en Galicia procedentes de otras autonomías. Estos datos la sitúan como una de las once comunidades autónomas con saldo positivo en sus movimientos migratorios. O lo que es lo mismo, Galicia ganó el año pasado 3.080 ciudadanos con los desplazamientos entre comunidades. Entre las seis autonomías con saldo negativo destaca Madrid, que perdió más de 10.000 habitantes, seguida de Cataluña con 4.082.
En los traslados a otras zonas del Estado, Galicia rompe el mito de que es una de las comunidades que más emigran. Todo lo contrario. En 2008, fue la autonomía con el porcentaje más bajo de movimientos migratorios internos. El 0,69% de sus habitantes decidió marcharse el año pasado a otra comunidad autónoma. Por el contrario, los canarios y los castellanomanchegos fueron los que sufrieron la mayor sangría migratoria, con una 2,43% y un 1,97%, respectivamente.
Los datos de 2008 revelan que los emigrantes gallegos del siglo XXI parecen estar más dispuestos a fijar su residencia en el extranjeros antes que probar suerte en otra comunidad.