El Ministerio de Asuntos Exteriores ha informado de que ha propiciado, tras una compleja operación, el regreso en avión a España de 275 turistas que se encontraban "bloqueados" en diferentes islas de Filipinas debido a las limitaciones impuestas por el COVID-19, de los que 157 son españoles, 106 ciudadanos de la UE y 12 de otras nacionalidades.

Indica en un comunicado que ha desarrollado "un amplio operativo previo" para sacar a los turistas en el que la Embajada de España en Filipinas "venía trabajando con intensidad" desde hace días para propiciar "la concentración de todos los pasajeros" en Manila, que es el punto desde que partió el avión que llegará el viernes a España.

"Con esta operación, que se ha realizado a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha facilitado ya el retorno de unas 600 españoles desde el principio de la cuarentena en Filipinas, el pasado 15 de marzo", aclara Exteriores.

Explica Exteriores que a través de la Embajada de España en Filipinas se realizaron gestiones, con las autoridades de diferentes islas, así como con el Ministerio de Transportes filipino y la Guardia Costera, para disponer de buques oficiales filipinos para el traslado nocturno de un total de 38 viajeros desde Siquijor, Dumaguete y Bohol a Cebú.

Se organizó un vuelo de Cebú a Manila con 130 pasajeros a bordo, así como otro de Siargao a Puerto Princesa, con destino Manila, con otros 61 pasajeros, que se suman a 26 llegados desde otros puntos de la isla Luzón y que fueron directamente al aeropuerto internacional de Manila.

"Pese a las severas restricciones vigentes en el país, la Embajada de España ha conseguido las pertinentes autorizaciones para que tanto los vuelos que han ido recogiendo a pasajeros entre las islas como el avión que les lleva a Madrid pudieran operar en un espacio aéreo muy restringido", explica el departamento que dirige Arancha González Laya.

Exteriores destaca que, en medio de la compleja operación, se hizo "un seguimiento individualizado" vía telefónica y por correo electrónico a cada uno de los pasajeros hasta su llegada al punto de concentración, desde el que partirían y cuyo acceso se garantizó a través de un documento nominativo expedido por el Consulado de España, con copias que fueron enviadas a cada oficina provincial del Ministerio de Turismo filipino.

La Embajada de España mantuvo conversaciones, además, con ministros, gobernadores y alcaldes de cada una de las islas en las que había pasajeros "para garantizar su movilidad".

Antes de embarcar en el avión en el aeropuerto internacional de Manila, la tripulación distribuyó mascarillas a cada pasajero, quienes merendaron antes del largo trayecto a España en bares y restaurantes regentados por españoles en Manila.

El Gobierno señala que 94 turistas españoles han expresado su voluntad de permanecer en Filipinas por diferentes razones mientras que cifra en unos 1.200 los ciudadanos europeos que aún intentan salir del país.