Despensas al gusto de los paladares latinos

(03/12/2019)

Despensas al gusto de los paladares latinos

Los inmigrantes buscan los productos típicos de sus países en tiendas especializadas a las que poco a poco también acuden ferrolanos atraídos por sus exóticas cocinas

La dominicana Ana Belkis Mejía ofrece sabrosas recetas contra la nostalgia en el número 88 de la calle Sánchez Calviño de Ultramar. Allí acaba de abrir las puertas de Mi Tierra, un pequeño oasis de productos latinos en el que lo mismo se puede encontrar plátano macho, yuca, ñame y yautía para preparar un buen sancocho -uno de los platos estrella de la gastronomía dominicana- que llenar la cesta de la compra con las pastas de ají amarillo que tanto aprecian los peruanos o hacerse con el auténtico refresco de Frescolita que arrasa en Venezuela. «Yo soy dominicana, pero en la tienda se pueden encontrar productos de casi todos los países de Latinoamérica y, si alguno no lo hay, los clientes me lo pueden encargar y yo se lo consigo», cuenta ilusionada Ana solo dos días después de haber inaugurado el negocio.

Esta emprendedora de acento caribeño cuenta que llegó a España hace ya casi siete años y, tras pasar ocho meses en Madrid, se asentó en Narón. «Vinimos a pasar unas vacaciones y a mi marido y a mí nos gustó tanto esta zona que decidimos quedarnos», rememora. Durante mucho tiempo Ana se ganó el pan cuidado a mayores en residencias y en sus propias casas, pero siempre con la vista puesta en otro horizonte. «Yo siempre quise emprender, porque en Santo Domingo ya había tenido varios negocios, solo que al principio deseché la idea porque no tenía ni los papeles ni dinero. Ahora, con unos pequeños ahorros y un préstamo del banco, por fin he podido hacer realidad mi sueño», explica la dominicana.

La ecuatoriana Jacqueline Flores comanda el locutorio y tienda La Magdalena desde hace cuatro años B.ANTÓN

En el 138 de la Carretera de Castilla funciona probablemente el más veterano de la zona, Cíber +, una tienda que ofrece productos latinos y servicio telefónico, al igual que el Locutorio La Magdalena, en el número 16 de la calle del mismo nombre. Tras el mostrador de este último establecimiento atiende a los visitantes la ecuatoriana Jacqueline Flores, quien, además de alimentos latinos, también ofrece a sus clientes el servicio de envío de dinero a través de las agencias Small World, Ria o Monty, algunos productos senegaleses y hasta alisadores para el cabello de sello africano.

Flores cuenta que la mayoría de sus clientes son brasileños, dominicanos, ecuatorianos y peruanos, aunque en los últimos tiempos también ha notado una mayor afluencia de venezolanos y cubanos. Y al preguntarle por los españoles, ofrece una respuesta inesperada: «Aunque parezca raro, también viene gente de aquí pidiendo salsas picantes o harina de mandioca para rebozados».