El programa de retorno de inmigrantes puesto en marcha por España a finales del año pasado "ha sido muy poco seguido" y es uno de los ejemplos de que este tipo de políticas no da resultados, según un informe presentado hoy por la OCDE.
"A mediados de marzo, sólo 4.000 inmigrantes en paro se inscribieron en este programa, mientras que 80.000 personas podían beneficiarse de él", indicó la OCDE en su informe sobre la incidencia de la crisis económica en la inmigración.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano Ángel Gurría, declaró a la prensa que "ha habido muy pocos (inmigrantes) que han tomado esta alternativa porque están apostando que en seis meses o un año puede volver a normalizarse la actividad económica".
"Ya tienen afincanda su familia y entonces (piensan) que tendrán mejores oportunidades", agregó.
Según Gurría, "muy pocos" se han apuntado al programa del Ejecutivo, que les garantiza el pago de sus indemnizaciones de paro en dos plazos a condición de que no regresen a España en al menos tres años.
El informe de la OCDE establece que los programas de retorno que garantizan la posibilidad de mantener sus derechos sociales u ofrecen una posibilidad de readmisión "pueden conducir a más retornos que una ayuda financiera" a los regresos voluntarios.
El texto señala que la crisis económica ha provocado la primera caída de la llegada de inmigrantes en los países de la OCDE desde los años 80.
Los Gobiernos han tratado de restringir la llegada de inmigrantes pero el verdadero motivo de su reducción ha sido las dificultades para encontrar empleo en los países de acogida, indica.
Los inmigrantes son los principales afectados por la crisis, puesto que están muy presentes en sectores sensibles a los cambios económicos, sus contratos tienen menos seguridad, ocupan mayoritariamente puestos de baja cualificación y están confrontados a una mayor discriminación en la contratación, añade el texto.
En el caso de España, el paro registrado entre los inmigrantes es del 27,1%, frente al 15,2% de los trabajadores locales.
"En España hubo una política migratoria muy activa con entre 300.000 y 400.000 inmigrantes por año durante diez años, lo que ha generado una población de 4 o 5 millones que está teniendo un impacto mayor que el promedio en el desempleo", afirmó Gurría.
El responsable de la OCDE aseguró que estos inmigrantes estaban muy presentes en sectores muy afectados por el paro, como la construcción, el turismo o la restauración.
Señaló que la mayor parte de los inmigrantes que llegaron a España en los últimos años eran legales y contribuyeron al superávit de la Seguridad Social.
"Ahora muchos de ellos, habiendo adquirido el derecho de tener seguros de desempleo, lo están ejerciendo", indicó Gurría, quien precisó que muchos de ellos buscan otros trabajos "aunque sea con menor remuneración porque no se resignan a vivir de la Seguridad Social, son participantes activos, vibrantes".
"La economía española se ha beneficiado y ahora en este momento difícil habrá que echar una mano", agregó.
También se ha deteriorado de forma significativa la situación de los inmigrantes en el mercado laboral, tras 10 años de mejora continua.
Así, el texto señala que en el cuarto trimestre de 2008, la tasa de paro de los inmigrantes pasó al 20,3%, 7,8 puntos más que los autóctonos.
Particularmente grave es el caso de los inmigrantes africanos, esencialmente empleados en la construcción, entre los que el paro afectaba a finales de 2008 a cerca del 33%, un 50% más que la media del conjunto de los inmigrantes.
Otro de los puntos que analiza el informe es el intento de los Gobiernos de reducir los cupos de entrada de inmigrantes.
En el caso de España, las entradas en el marco del régimen general pasaron de más de 200.000 en 2007 a 137.000 el año pasado.
En cuanto a los trabajadores temporales, pasaron de 15.000 en 2008 a apenas 900 este año.
