La Unión Europea (UE) y los países de América Latina y el Caribe (ALC) abrieron hoy oficialmente el diálogo estructurado y global para hacer frente unidos a los retos de la inmigración, que proyectaron en la cumbre euro-latinoamericana celebrada en Lima el pasado año.

Este mecanismo abordará la identificación de "desafíos comunes y áreas de cooperación mutua", así como un mejor entendimiento de la realidad del fenómeno de la inmigración, "basado en el principio de responsabilidad compartida, el compromiso y la voluntad" de ambas partes de discutir estos asuntos, señala una declaración conjunta emitida hoy.

El embajador argentino en Bruselas, Jorge Lemes Lenicov, afirmó en rueda de prensa que hoy se ha "culminado" la preparación de ese diálogo, cuyo objetivo principal es "que los inmigrantes sean respetados como lo que son: personas", así como "ayudar a que tengan una vida digna en el futuro".

En declaraciones a Efe, la embajadora de México en Bruselas, Sandra Fuentes-Berain, indicó que la presentación del diálogo sobre migración es un "paso positivo" para el respeto de los derechos de los migrantes, "sobre todo en el contexto de la recesión de económica y de preocupantes manifestaciones recientes de racismo y xenofobia".

"Constato con satisfacción que la UE reconoce la especificidad latinoamericana en la política migratoria europea, cimentada en lazos históricos y en el positivo impacto económico, social y cultural de la migración tanto para los países receptores, como para los países de origen", declaró.

El diálogo estará estructurado en tres grandes áreas: los vínculos entre inmigración y desarrollo, la inmigración regular y la irregular.

En el apartado de la inmigración irregular, los países intercambiarán puntos de vista sobre las causas de base para emigrar, los beneficios mutuos de la inmigración para los países de destino y de origen, los derechos humanos y la protección de los inmigrantes según las obligaciones internacionales, o la lucha contra toda forma de discriminación, racismo o xenofobia.

También sobre las medidas administrativas y legislativas aplicables a los inmigrantes en situación irregular, así como los asuntos relacionados con un retorno "digno" o voluntario a los países de origen.

Además, las partes también discutirán medidas para combatir el tráfico de seres humanos o para prevenir la falsificación de documentos.

Otro asunto al que prestarán especial atención es al envío de remesas de los inmigrantes a sus países de origen y cómo abaratarlas, para lo que el subdirector general para América Latina y Asia de la Comisión Europea, Stefano Sannino, propuso estudiar hacer públicos sus costes y dar "más transparencia a los inmigrantes".

El diálogo contempla un calendario de reuniones entre altos cargos europeos y latinoamericanos que se extiende hasta finales de 2010.

Preguntado por si las relaciones con Latinoamérica recibirán un nuevo impulso bajo presidencia española de la UE, en el primer semestre de 2010, Sannino afirmó que "es evidente que España tiene una sensibilidad especial" dado que es "uno de los países que recibe más inmigrantes" de ese área, aunque destacó los "esfuerzos" y los "logros" de toda la Unión en su política migratoria.