El Ayuntamiento de Monforte comunicó a comienzos de septiembre a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) su disposición para colaborar en los planes de acogida de los refugiados que huyen masivamente de la guerra en Oriente Medio. En el escrito dirigido a la Fegamp, el alcalde sugiere un número aproximado de personas que estaría en condiciones de albergar este municipio. Monforte se ofrece a recibir, concretamente, a quince desplazados por los conflictos bélicos en Siria e Irak. La estimación está en la línea de las propuestas de otras entidades locales de similar entidad poblacional, como sería el caso de Lalín.
«Calculamos que con ese número de persoas serían tres ou catro familias de refuxiados as que virían a Monforte. Hai que ter en conta que falamos dunha acollida permanente, non de dar unha saída puntual a unha situación de emerxencia», señala el alcalde, José Tomé. La acogida, en este caso, no está supeditada a las ayudas que puedan conceder otras administraciones. «Se nos botan unha man mellor, pero o Concello está disposto a facer un esforzo», apunta Tomé, que en esta cuestión cuenta con el apoyo de todos los partidos.
La concejala del BNG, Pilar López, propuso en la última junta de portavoces la apertura de un censo con viviendas que aceptarían ceder sus propietarios para el alojamiento temporal de los refugiados. Este grupo plantea, por otra parte, la puesta en marcha de una comisión de trabajo a nivel local para coordinar estas iniciativas, en la que también tendrían cabida organizaciones solidarias como Cáritas.
Por parte del PP, Julia Rodríguez, coincide con el alcalde en la conveniencia de actuar de forma coordinada con otras administraciones. «El problema de los refugiados es una realidad que no podemos obviar. Hay una necesidad humanitaria y tendremos que asumir aquello que nos corresponda dentro de una actuación conjunta», apunta la portavoz popular.
A la espera de noticias
Monforte es el único municipio del sur lucense que puso en conocimiento de la Fegamp el número de refugiados que entiende que estaría en condiciones de recibir. Los demás alcaldes consultados dicen estar a la espera de conocer con más exactitud las directrices que se seguirán en este proceso.
La Consellería de Traballo e Benestar notificó a los ayuntamientos a través de la Fegamp que las familias acogidas cobrarán la renta de inclusión social y tendrán garantizada la atención sanitaria. Sus hijos serán escolarizados en centros de los municipios de referencia.
Agroma Sober pide que el bloque de viviendas sociales sirva de espacio de acogida
«Se as administracións supramunicipais están de acordo na acollida de refuxiados, os concellos debemos estalo», dice el alcalde de Sober, Luis Fernández Guitián. Sobre la base de algún baremo que atiende al número de habitantes, a este municipio podría corresponderle una sola familia de desplazados. El regidor, no obstante, aboga por la prudencia. «Os concellos temos limitacións, non podemos acoller xente sen os recursos para darlle unhas condicións dignas», señala.
La acogida de refugiados será una de las cuestiones que se debatan en el pleno que celebrará esa corporación este mes. Agroma Sober presentará una iniciativa en la que, entre otras medidas, plantea aprovechar el edificio municipal del bloque de viviendas sociales «como espazo de acollida de persoas refuxiadas e en risco de exclusión social». Esta formación política propone además la elaboración de un censo de personas dispuestas a recibir refugiados.
Quinientas personas
Agroma Sober insta, por otra parte, a las administraciones central y autonómica a aumentar las transferencias extraordinarias a los ayuntamientos «de acordo co esforzo de acollida e tendo en conta a súa dimensión demográfica e capacidade orzamentaria». En el conjunto de la Ribeira Sacra, incluidos los municipios de Lugo y Ourense, entiende que hay capacidad «para a recepción de cincocentos refuxiados».
