No hace falta recurrir a las estadísticas, basta con pasarse por algún negocio ferrolano para confirmar lo que ya todo el mundo sabe: la crisis de la ciudad se nota en todos lados, siempre con sus peculiaridades.

Las peluquerías, como casi todos los negocios, pueden hacer un retrato de la recesión a través de sus vivencias. En este tipo de establecimientos cada vez notan «más cortes hechos en casa» explica Francisco, el responsable de El Fénix, «damos un servicio de una cierta calidad, y hay mucha gente que sí está dispuesta a pagarlo, pero en esta ciudad en la que hay alrededor de un treinta por ciento de paro muchos tienen que prescindir de ciertas cosas, y una de ellas es la peluquería».

Además, a causa de la crisis económica que nos acompaña desde 2008, cientos de jóvenes gallegos se han visto obligados a emigrar en busca de las oportunidades laborales que aquí no encuentran. Según el informe de coyuntura del Foro Económico de Galicia, la comunidad registró en el tercer trimestre de 2014 un «fenómeno de nueva emigración de jóvenes», con una caída de 21.100 personas en la población activa entre los 25 y 34 años, de los que 6700 tenían estudios superiores.

El negocio de Francisco también es testigo de esta situación, ya que en los últimos años ha visto mermar su clientela más joven, que no ha tenido más remedio que coger las maletas y abandonar la ciudad de Ferrol. «La mayoría de chavales que acuden a nuestra peluquería cuentan con estudios universitarios. Estos chicos acaban yéndose fuera. Entonces yo pierdo muchísimos clientes, quizás son los que más se van» lamenta el dueño de El Fénix.