Lo que está pasando en el Mediterráneo es una tragedia que se dispara todavía más por el cambio de perfil que están experimentando las personas que emprenden ese desesperado viaje a Europa. Porque no solo hay que tener en cuenta el incremento de inmigrantes que juegan su futuro a una única carta, también el hecho de que «cada vez hay más mujeres con niños». Es lo que explica el director de Asuntos Humanitarios de Médicos sin Fronteras, Hernán del Valle. Esas razones son las que han llevado a esa oenegé a poner en marcha a partir del 1 de mayo una operación de rescate propia en el mar en colaboración con Moas, otra organización con sede en Malta.

-¿Cómo es el operativo que pondrán en marcha?

-Es un barco de 40 metros que está dedicado a rescatar a inmigrantes que tratan de llegar a Europa por mar. Moas Malta ya ha hecho esta operación y el año pasado rescató a 3.000 personas. El barco tiene una tripulación de veinte personas que está especializada en rescate marítimo, llevan un equipo de observación aérea y trabajan en colaboración con la Guardia Costera Italiana. Además de expertos en rescate, a bordo también hay médicos y enfermeras, porque más allá del recoger a esas personas del mar hay que darles ayuda médica.

-No hace mucho un grupo de inmigrantes que ya habían rescatado fallecieron de frío en la cubierta de un barco.

-Hay que tener en cuenta que esa gente es muy vulnerable. El Mediterráneo tiene unas condiciones muy extremas. Puede hacer calor por el día, pero mucho frío por la noche.

-El primer ministro Matteo Renzi lanzó un mensaje hace días que asusta. Explicó que Italia estaba realizando rescates prácticamente en estado de abandono. ¿Opina igual?

-En el 2014 Italia lanzó la operación Mare Nostrum. Luego la cancelaron y el Frontex puso en marcha la operación Tritón. Parece inexplicable que hayan suspendido el primero de esos operativos cuando cada vez llegan más personas al Mediterráneo. Mare Nostrum no es como la del Frontex, porque tenía más presupuesto y más barcos. Además la zona de cobertura en la que operaba era mucho más cercana a Libia, que es el país del que parten la mayor parte de los barcos. Ahora hay menos dinero y menos buques. Pero, además, esos buques operan más cerca de las costas de Europa. Tampoco tienen el mandato de salvamento.

-Precisamente hace unos meses Europa abrió el debate sobre el hecho de que Frontex asumiera el mandato de salvamento. Hubo ministros como el nuestro de Interior que dijeron que eso podría provocar un efecto llamada .

-El argumento del efecto llamada es cruel y falaz. No tiene sentido ninguno. Ese viaje es algo que se piensa mucho antes, no depende de que haya alguien encargado del rescate o no. Además, la gente que viene se pone en manos de organizaciones que tienen en eso un medio de ingresos. Con Mare Nostrum fueron 3.300 las que llegaron a las costas de Italia. Este año, que no hay operación, ya van por las 4.500. Por tanto, la capacidad de rescate no tiene que ver con la cantidad de personas que tratan de llegar a Europa.

-Además de la operación que pondrán en marcha el día 1, ¿qué trabajo hace su oenegé con la inmigración?

-Desde hace años trabajamos en los países de origen de las personas que tratan de llegar a Europa, donde hay conflictos o pobreza. También estamos en Lampedusa y Ragusa.