El cabreo que sienten los emigrantes retornados de la comarca con el Gobierno central continúa sin disiparse. No se fue ni con la llegada del verano ni con el anuncio de Mariano Rajoy de que se les condonarán las sanciones e intereses por no haber cotizado por las pensiones que cobran del extranjero. Los afectados, tal y como señalaron ayer en una nueva protesta que tuvo lugar delante de la sede ribeirense de Hacienda, consideran que han ganado una batalla, pero no la guerra. De ahí que continúen reclamando «non pararemos por moito que sexa agosto e por moito que en algo nos fixeran caso».

¿Qué piden ahora? Los emigrantes retornados, que en la plataforma se agrupan en dos grupos, insisten en que no se les puede obligar a cotizar por las pensiones con carácter retroactivo, porque desconocían la ley y además «desde Facenda non se nos dixo que tiveramos que pagar por eses cartos». También piden que se les dé exactamente el mismo trato fiscal que a los pensionistas españoles. Así que, mientras esos dos objetivos no se consiguen, ellos seguirán en la calle. Ayer lo hicieron alrededor de una treintena de personas.