Según Nuria Díaz, la portavoz de esta oenegé, pedir asilo en España es «una carrera de obstáculos». De hecho, a pesar de que se hayan incrementado, solo suponen el 1,03 % de las registradas en los 28 países de la UE.
El documento señala que solo 4.502 refugiados solicitaron amparo ante las autoridades españolas el año pasado, casi el doble de las 2.588 personas que lo hicieron en el 2012.
Este aumento responde al mayor número de peticiones presentadas por ciudadanos de Siria y Malí que huyen de las guerras civiles que asolan sus respectivos países. Así, en 2013 llegaron a España 1.478 sirios y 725 malienses que pidieron protección. Otros de los países con mayor número de solicitantes fueron Argelia (351), Nigeria (182), Somalia (132), Palestina (130) o Pakistán (102).
Menos del 20 %
Según el informe, la cifra de personas que logran pedir protección en la UE «no llega a la mitad» del número de ciudadanos refugiados en países pequeños como Líbano, que acoge a cerca de un millón de desplazados del conflicto sirio, y las que lo consiguen en España son menos del 20 % de las solicitadas. Las peticiones, admitidas a trámite fueron el 22 %. De ellas de 206 recibieron el estatuto de refugiado, y 376 protección bajo otras fórmulas. En total el 16,83 %. Las solicitudes denegadas fueron 1.251.
Madrid fue, un año más, la primera provincia en donde se presentaron más solicitudes de asilo, seguida de Valencia (401), Barcelona (342), Ceuta (321) y Almería (244).
«Culpables» de la crisis
Los representantes de CEAR denunciaron que Interior ha convertido a los solicitantes de asilo en culpables de la situación de crisis y paro en España. «El Gobierno utiliza esta estrategia para que no se sepa que la responsabilidad de la crisis está arriba, aunque sean los de abajo los que se llevan las tortas», denunció el presidente de esta organización, Carlos Berzosa.
También en materia de extranjería la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, se refirió ayer a la situación de los centro de internamiento de extranjeros (CIE). Denunció deficiencias en estas instalaciones, especialmente en la atención sanitaria. «Siempre hay alguna deficiencia y mejoras que hacer», reconoció.
