-Hace unos días ha vuelto a saltar la polémica por un informe de Caminando Fronteras...
-Polémicas hay muchas, pero por ahora no se ha demostrado la relación de la actuación de la Guardia Civil con las muertes. Hay una investigación de índole judicial y hay que esperar a que termine.
-¿Y qué propone para frenar los flujos migratorios que tienen consecuencias como esa?
-La solución no es quitar las fronteras, habría que entrar en el elemento de motivación y desarrollar políticas de colaboración y ayuda con los países de origen de estas personas.
-¿Tendría que haber un acuerdo conjunto en la Unión Europea?
-Digamos que tanto Ceuta como Melilla son la puerta de una casa que es Europa. Porque el subsahariano no piensa en quedarse en Ceuta, Melilla o en el resto de España, quiere ir a un lugar donde le entiendan. La mayoría de los que llegan hablan francés o inglés. Por tanto, igual que hay una política agraria o pesquera común, tendría que existir una política migratoria común para el conjunto de los países de la UE, con una mayor implicación presupuestaria de esta última. España no puede ser la única que sostenga los gastos de la política de inmigración.