(06/11/2013)
Y nosotros nos preguntamos, ¿son realmente efectivas como elemento disuasorio esas vallas o alambres con cuchillas cortantes para evitar que los inmigrantes crucen a Melilla?
Indudablemente, parece claro que el objetivo que se persigue no es que los inmigrantes salten y se corten, sino de que dichas cuchillas den el miedo suficiente como para que nadie se atreva a saltar.
Pero igual no hemos tenido en cuenta que los que pretenden saltar esas vallas no son como tú o como yo, que veríamos la imponente valla de 4 o 5 metros de altura y ni se nos ocurriría saltarla. Los que pretenden saltar al otro lado huyen de la pobreza, buscan una oportunidad mejor para sus vidas y, en muchos casos, después de haber recorrido cientos o miles de kilometros con ese objetivo, no cejarán en su intento por conseguirlo, con o sin cuchillas.
De hecho, la propia Policía y Guardia Civil ya ha advertido que dichas cuchillas no tendrán el efecto disuasorio perseguido y que, aún con ellas, seguirán existiendo muchas personas que intenten saltar. Y en este caso, las lesiones que se puedan producir en el intento serán realmente graves.
¿Qué son unas cuchillas al lado comparadas con la travesía del estrecho? ¿qué son unas cuchillas comparadas con viajar en el motor de un ferry o debajo de un camión?
Todo esto, como decimos, no es más que el reflejo de la desesperación.
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