Suiza es deficitaria en personal de enfermería. En este país calculan que en este sector necesitan unos 5.000 empleados nuevos cada año. Y los trabajadores españoles del área sanitaria cuentan con una gran reputación en toda Europa. La ley de la oferta y la demanda dicta en estos momentos un trasvase de trabajadores. El escollo inicial, el idioma. «Al principio, aprenderlo fue duro. Necesitas hablar alemán y es aconsejable también saber un poco de francés. Hay que esforzarse», cuenta Mabel Fernández. La firma que gestiona las ofertas de Zúrich y Berna tiene como objetivo que los seleccionados lleguen a su destino con un buen nivel de alemán. Las enfermeras elegidas tendrán que realizar un curso intensivo en una plataforma on-line que prestará especial atención a la jerga sanitaria. Será un período de enseñanza de 4, 6 u 8 meses, dependiendo de la carga horaria de cada día que elija el propio titulado.
Los candidatos deben enviar sus currículos a enfermeria@carepers.ch. Los que superen la criba, que incluirá entrevistas realizadas en octubre en diferentes ciudades españolas, tendrán un contrato indefinido, aunque con carácter renovable. «Los hospitales para los que trabajamos no contratan por horas, esta selección es una inversión para estos centros, nos demandan trabajadores cualificados», aseguran en CarePers, que también se encargará de orientar a cada titulado a una especialidad concreta según su perfil y experiencia.
Las condiciones son un lujo para las enfermeras españolas que buscan trabajo. «Aquí las dos últimas promociones no se han comido una mísera sustitución. No han trabajado nunca en Galicia», cuenta Carmen García Rivas, secretaria general autonómica de Satse Galicia, el sindicato de enfermería. «Se van excelentes trabajadores porque fuera les ofrecen lo que aquí no se les ofrece, empleo y estabilidad, con contratos renovables de un año», explica. «Fabricamos grandes profesionales y los abocamos a frustración prematura», añade. Recuerda que en campo de la enfermería, en los dos últimos años se han perdido más de 15.000 empleos públicos. «En España ya sumamos 20.000 parados en este sector», dice. Critica al Sergas por «recortar por lo fácil, las nóminas, el personal». «No hay perspectiva de mejora. Y eso que estamos muy lejos de la ratio de enfermeras por cada 1.000 habitantes de países del nuestro entorno», concluye. Por eso España exporta y Suiza importa.
