(18/06/2013)
La preocupación por la situación de los inmigrantes en nuestro país no ha desaparecido en la opinión pública, pero "la novedad" hace que ahora casi se hable más de la emigración de los españoles. Así lo refleja el Anuario de la Inmigración en España, que explica también que la actual crisis ha modificado “intensamente” el perfil del trabajador inmigrante: más envejecido, femenino, terciario y con una mayor cualificación que lleva al autoempleo.
Javier Cámara. Fotos: Juan Pablo Tejedor
El Imparcial 17-06-2013
La Fundación Ortega-Marañón, la Diputación de Barcelona, CIDOB y la Fundación ACSAR han presentado este lunes el Anuario de la Inmigración en España que este año lleva por título ’Inmigración y crisis: entre la continuidad y el cambio’ y que revela que, aunque la preocupación por la situación de los inmigrantes en nuestro país no ha desaparecido, en la opinión pública casi se habla más ahora del tema de la emigración de los españoles.
Así, uno de los responsables del informe, el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Arango, ha explicado que “hay una autofascinación con la emigración de los jóvenes españoles, por la novedad, hasta el punto de que parece que la inmigración ha desaparecido en España, pero no es así”. En este sentido, el estudio destaca que desde el comienzo de la crisis en 2008 y hasta 2011 se han registrado en España más de 1,3 millones de bajas residenciales, pero apunta que el 91 por ciento de éstas provienen de la inmigración reciente, ya que “continúa el retorno y la reemigración de inmigrantes”. Es verdad, se recuerda, que la salida de españoles ha aumentado hasta un 9 por ciento del total (algo más de 115.000), pero, ha insistido Arango, “en un volumen mucho más reducido de lo que generalmente se piensa”. El perfil de los emigrantes españoles, resalta el estudio, son jóvenes entre 25 y 35 años, con nivel educativo medio-alto. Añade que los diez países que más atraen a la emigración española entre 2008 y 2011 representan el 61 por ciento del total de emigraciones y, entre ellos, sobresalen el Reino Unido (14.926), Francia (11.851), Estados Unidos de América (11.394), Alemania (8.641) y Suiza (5.227). Al respecto, explica que los primeros destinos de los emigrantes extranjeros nacionalizados españoles en los últimos años son países inicialmente emisores. También países destinatarios cuyos migrantes tienen una relación directa con la Ley de Memoria Histórica. La crisis cambia el perfil del trabajador inmigrante Igualmente, ha incidido en que la inmigración ha perdido en torno a los 900.000 empleos desde el inicio de la crisis, pero “la situación ha empeorado en los dos últimos años en los que se perdieron más de la mitad de esos empleos. Ha sido un choque muy severo para este colectivo”. Aun así, el estudio refleja que en 2012 las remesas han caído a valores semejantes a 2006, con un valor total de alrededor de 6.800 millones de euros, un 20 por ciento menos que su máximo en 2008. Señala que Colombia, Ecuador y Bolivia son los principales destinos de las remesas de inmigrantes enviadas desde España. Paz social El informe asegura que tras cinco años de profunda recesión y elevadísimo desempleo, puede afirmarse que la crisis no ha alterado significativamente la atmósfera social en la que se desenvuelve la inmigración, ni ha tenido impactos políticos relevantes. Y concluye que, con excepción de la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes en situación administrativa irregular, apenas se han producido cambios en las políticas de inmigración.
Por otra parte, la actual crisis ha modificado “intensamente” el perfil del trabajador inmigrante en España. Así lo ha explicado también el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, que ha añadido que si antes predominaban los jóvenes de entre 16 y 34 años, ahora son de entre 35 y 64 años. “Es un empleo mucho más terciario, más envejecido, bastante más femenino y con una mayor cualificación educativa que les lleva, en muchos casos, al autoempleo”, ha apuntado.
La presentación del Anuario de la Inmigración en España correspondiente al año 2012, una obra que se ha consolidado como una herramienta básica para entender el fenómeno de la inmigración y su gestión en España, ha contado con la moderación del director académico del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, Fernando Vallespín; el presidente de CIDOB, Carles A. Gasòliba; y el presidente de la Fundación ACSAR, Carles Campuzano.
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