El sistema de inmigración de la UE debe ajustarse para atraer a los inmigrantes más brillantes y facilitar su integración, determina el informe del Parlamento Europeo adoptado este 14 de marzo. La Eurocámara defiende un enfoque común sobre la seguridad social para los trabajadores extranjeros y una evaluación por puntos para captar a los mejores. Hablamos con la eurodiputada alemana liberal, Nadja Hirsch, sobre cómo este sistema ayudaría a afrontar el envejecimiento de la población europea.

Señora Hirsch, ¿por qué es importante tener un enfoque común sobre la seguridad social? ¿Qué problemas ayudará a resolver?

Lo más importante es garantizar que haya dinero para la jubilación. Intentamos asegurar que los ciudadanos de la Unión Europea tengan el derecho de cobrar las pensiones, con independencia de donde hayan trabajado. Dentro de la UE no hay problemas, pero es difícil para los que trabajan fuera.

El informe asegura que necesitamos inmigrantes cualificados en los próximos diez años para compensar el envejecimiento de nuestra población. ¿Cuáles serían las consecuencias si no lo consiguiéramos?

La Unión Europea se enfrenta a un cambio demográfico. Algunas empresas tienen dificultades para encontrar el personal cualificado que necesitan. Si no se cubren estas vacantes, el crecimiento europeo se verá afectado.

Para atraer al personal cualificado, tendremos que competir con el resto del mundo. Hemos propuesto unos criterios de acceso para conseguir las mentes más brillantes, que cada Estado de la Unión Europea es libre de adoptar.

El apoyo a la inmigración está menguando en muchos países, en parte porque se perciben problemas con la integración. ¿Cómo afronta esta cuestión la legislación?

En la legislación se propone la creación de oficinas que orienten a los inmigrantes antes de salir de sus países, por ejemplo, ayudándoles a buscar un alojamiento o un curso de idiomas. De este modo, pueden empezar a prepararse e integrarse. Lo más importante, sin embargo, es que la integración se produzca a su llegada.