La UE da un paso más para poner fin a la libre circulación de personas

Los ministros de Interior de los países miembros de la Unión Europea (UE) están de acuerdo en la suspensión del tratado de Schengen, es decir, en la limitación de la libre circulación de personas por parte del territorio común sin necesidad de llevar pasaporte. La suspensión podría prolongarse por hasta dos años.

El objetivo de la reintroducción de controles fronterizos es bloquear el acceso de inmigrantes irregulares al resto de los países Schengen cuando uno de los Estados miembros fallara en los controles de entrada ilegal de extranjeros, lo que supondría una 'seria amenaza a la política pública o seguridad interna'. Los controles en las fronteras comunes con el país que incumpliera las normas europeas se renovarían cada seis meses, pudiendo extenderse hasta un plazo de dos años.

La norma, que ya cuenta con el acuerdo de los titulares de Interior, debe aprobarse en el Parlamento Europeo para convertirse en ley. También se acordó reforzar la vigilancia sobre la manera en que se realizan los controles en las fronteras exteriores de la Ue, especialmente Grecia en su límite con Turquía, por donde el año pasado ingresaron más de 60.000 personas, la mayoría desde Afganistán, Pakistán y Bangladesh.

Aunque la reintroducción de controles fronterizos en la UE ha sido respaldada por Alemania y Francia, la libre circulación de personas ha sido uno de los principales logros de la integración de los 27, que está viendo amenazado por el discurso antiinmigración que impera actualmente. El tratado de Schengen incluye a los 27 países de la UE, salvo Reino Unido, Irlanda y Chipre. Rumanía y Bulgaria han aceptado el texto y se espera que se sumen pronto. Fuera de la UE, la zona incluye a Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein. www.redinmigrante.es