(23/11/2011)
Cocina que no entiende de idiomas ni de culturas
El comedor de Cáritas Interparroquial de Arousa (Vilagarcía) acoge durante este mes un curso de cocina para inmigrantes. Al frente de los fogones está Julián Alberto Domínguez Arias, que algo sabe del tema, no en vano, además de propietario, ejerce de cocinero en la tapería A Parra. Cuatro tardes por semana deja la rutina para rodearse de un público especial: quince personas de procedencias tan dispares como Rusia, Rumanía, Marruecos o Ucrania. Hay cosas que no cambian. Por lo que se ve, la cocina sigue siendo cosa de mujeres. En el grupo solo hay dos hombres: un rumano y un venezolano. Este último no acudió ayer pero sí estaba Constantín quien no tuvo reparo en barrer para casa. Los platos que les enseña Julián le gustan, «pero nuestra cocina es mejor [la rumana], porque es nuestra», señaló en un correcto español. No todos manejan el idioma con esa fluidez pero eso no les impide tomar buena nota de las clases, libreta en mano.
Pruebas en casa
Bautina incluso ha hecho prácticas en casa. Probó con el flan y el plátano flambeado. El primer plato fue un éxito, pero el segundo, no tanto. La receta de plátano requiere una pizca de licor o coñac, y como el alcohol es incompatible con su religión, la musulmana, la joven marroquí no dio con el punto. Julián tiene remedio. En estos casos siempre se puede recurrir al zumo de naranja, señaló. El profesor dice estar encantado con sus alumnos y estos, con el cocinero. «Él lo explica todo muy bien», apuntaban ayer mientras preparaban unos canapés de queso fresco con nueces.
Canapés de Navidad
El curso hace hincapié en la gastronomía tradicional de Galicia y España, siempre siguiendo la máxima de la economía y cuidando mucho los detalles de la decoración. «En muchos casos, la comida entra por los ojos», explica Julián. «Tratamos de enseñarles a preparar platos de aquí, que no resulten muy caros pero con el curso también se busca la integración social y laboral de estas personas». La sesión de ayer estaba dedicada a los entrantes de Navidad, pero el menú es de lo más variado. En dos semanas, de la cocina de Cáritas han salido zamburiñas a la gallega, guisos, merluza con salsa verde, pescado en escabeche, bacalao al pipil, mejillones tigres..., y una amplia gama de postres. Estos últimos días de curso, se va a dar la vuelta a la tortilla. Por iniciativa de Francisco Fernández, el presidente de Cáritas, serán los alumnos quienes cocinen las especialidades de sus países.
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