El Congreso impone filtros al voto emigrante para darle transparencia

La Comisión Constitucional del Congreso dio ayer el último paso para que las Cortes consumen la exclusión de los emigrantes en las elecciones municipales a partir de los comicios del 2011. PSOE, PP, CiU y PNV se unieron para poner fin a lo que consideran una deformación del sistema electoral, al amparar hasta ahora la elección de alcaldes y concejales por parte de personas que no tienen relación de vecindad con el lugar donde tienen adscrito su derecho al voto.

Aunque esta limitación constituye una de las novedades más importantes de cuantas serán introducidas en la actual Ley Electoral -una vez que lo apruebe el pleno del Congreso-, los partidos que apoyaron la reforma del voto emigrante pasaron ayer de puntillas sobre dicho cambio, conscientes del malestar que ha generado entre los colectivos de la diáspora. «No eliminamos sus derechos y siempre estaremos cercanos a defender a nuestros compatriotas, pero esperamos su comprensión ante esta reforma con la que nadie podrá poner en duda la validez de sus votos», señaló durante la sesión el popular Bermúdez de Castro, augurando una más que probable contestación desde el exterior.

La presión ejercida por los emigrantes desde que en marzo se conocieron las intenciones de los grandes partidos respecto al voto exterior propició no obstante que se renunciase a excluir a los residentes ausentes de las autonómicas o que solo pudieran elegir en las generales cinco escaños en el Senado.

Filtros

Lo que sí validó ayer la Comisión Constitucional es la adopción de una serie de filtros que acompañarán a partir de ahora la participación electoral de los emigrantes para dotar de mayor transparencia su voto. Como estaba previsto, los residentes ausentes tendrán que solicitar su derecho a participar en cada comicio, a excepción de en las municipales, en las que -como adelantó La Voz- solo podrán concurrir los emigrantes que sigan empadronados en España. Con dicha medida quedan fuera de los comicios locales los hijos y nietos de emigrantes y los que estén dados de alta en los registros consulares del extranjero. Un total de 353.896 en el caso de Galicia y 1,32 millones en toda España.

Estos tendrán que inscribirse en un Censo Especial de Residentes Ausentes y esperar la llegada de un formulario en el que se les recuerda y reconoce el derecho a votar. Dicho escrito deberá ser enviado a las oficinas del censo rogando participar en cada proceso, acompañado de copias de DNI o pasaporte. Quien así lo solicite recibirá en su domicilio las papeletas que podrá enviar por correo certificado, de nuevo con documentos personales acreditativos adjuntos. Lo mismo si se quiere votar en urna en los consulados, que enviará por valija las sacas, cuyos sobres serán contabilizados al mismo tiempo que los recibidos por correo y los emitidos por los residentes en el interior.