REDACCIÓN
Fue creada en el año 2002 por la Xunta de Manuel Fraga para volcarse en la ayuda a los emigrantes, tanto a los que vivían en el exterior como a los que retornaban a la comunidad.Ocho años después, también una Xunta del PP ha decidido que llegó el momento de echar el cierre a la Fundación Galicia Emigración. Los argumentos empleados por el actual Ejecutivo para decidir su supresión son que no resulta para nada eficiente. Los números parecen concluyentes. Su presupuesto para este año es de 1,8 millones de euros,pero tiene reservados 529.000 euros –el 30%– para gastos de funcionamiento y servicios externos. Así que la Xunta ha optado por integrar sus funciones en la Secretaría Xeral de Emigración y desembarazarse de la estructura de la fundación. "Ese presupuesto asignado ahora a gastos de funcionamiento se podrá destinar a reforzar los programas de atención a la emigración", sostiene fuentes del Gobierno gallego. Pero como al resto de entes y organismos autónomos que desaparecerán, la Xunta no le pone plazo para su eliminación. Será un proceso que se desarrolle a lo largo de la legislatura. La tarea de la Fundación Galicia Emigración fue principalmente la de asistir a los gallegos de la diáspora en situación de penuria o riesgo de exclusión social,pero también las de analizar los movimientos migratorios, ayudar a los retornados, contribuir a la reinserción laboral o poner en valor el patrimonio cultural puesto en pie por la emigración gallega.