REDACCIÓN - BAIONA La emigración miñorana estuvo de fiesta el fin de semana. El Círculo Social Valle Miñor en Buenos Aires celebró su octogésimo segundo aniversario con la presencia del alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña, y del presidente de la Diputación del Pontevedra, Rafael Louzán. Como buenos invitados, ambos llevaron regalos de cumpleaños al centro gallego.
El organismo provincial donó un cruceiro de piedra, colocado en el patio interior del inmueble, y equipamiento para una sala de informática que permitirá a los emigrantes ponerse al día en nuevas tecnologías y sentirse más cerca de sus lugares de origen. El Concello de Baiona también regaló a la institución una metopa y un pergamino conmemorativo en nombre de todos sus vecinos.
Cientos de gallegos y asturianos socios del centro asistieron al acto en el que el presidente del Círculo Social Valle Miñor, José Carlos Panteón, expresó su gratitud a Vázquez Almuiña y Louzán por su presencia que “sirve para unir “aún más si cabe a las comunidades gallegas en el exterior con la tierra madre Galicia”.

“Joselín”

La ligazón del centro miñorano con Baiona es profunda. Y es que fue fundado en 1928 por José Rodríguez Vicente, más conocido por “Joselín”, y otros ilustres miñoranos que tuvieron que emigrar a tierras argentinas por diversas razones.
“Joselín” ejerció el periodismo en Argentina y participó activamente en la creación de distintas publicaciones junto a personajes de la talla de Castelao. Pero también tuvo un papel destacado en la villa real, ya que ejerció como alcalde de Baiona entre 1924 y 1925 y ocupó el cargo de administrador en las Escuelas Pro Valle, hoy Instituto Escolas Proval, creadas por miñoranos adinerados en América con el fin de extender la educación entre la población de la comarca. El propio Concello de Baiona le dedicó una calle hace años como homenaje a su difusión del nombre de la villa por el mundo.
En su trayectoria profesional, José Rodríguez Vicente desarrolló otras facetas como la de escritor, dibujante, humorista o poeta. Así, grabó varios cuentos considerados hoy imprescindibles para entender la realidad gallega de los años veinte del pasado siglo por su representación de escenas y costumbres populares. El personaje falleció en 1928 tras haber recibido la Cruz del Mérito Civil, además del reconocimiento popular.