La emigración provocó un importante éxodo hace más de diez años en diversas localidades de la zona. Y en especial, en el municipio de Carnota. Hubo marineros que optaron por vender sus embarcaciones para cargar las maletas de ilusiones rumbo a lugares más prósperos y con trabajo garantizado. Canarias era una alternativa y la construcción y la hostelería daban empleos fáciles y bien remunerados. Pero cuando la cosa cambió, hubo retornados que regresaron a su primitiva profesión de marinero.

El patrón mayor de Lira, Juan Manuel Gómez Leis, señaló que el censo de la flota de la localidad apenas varió. «Hai cinco anos teriamos uns trinta barcos, os mesmos que temos agora».

Para el dirigente, la emigración fue una salida fácil pero cuando las cosas empezaron a ir mal por las islas, «houbo xente que volveu e comprou un barquiño para quedarse aquí e ir vivindo do mar como fixeron dende sempre, tanto eles coma seus pais».