PAULA PÉREZ - SANTIAGO La Xunta ha recortado un 11 por ciento la partida que se destina a prestaciones para emigrantes en situaciones de precariedad a pesar de que se han disparado las peticiones de ayuda desde la diáspora debido a la crisis económica. El incremento de solicitudes había obligado ya en 2009 al Gobierno autonómico a ampliar la cuantía inicial destinada a estas subvenciones en 343.000 euros. En total se gastaron al finalizar el año más de 2.643.000 euros para cubrir las necesidades más acuciantes de la emigración. Sin embargo, este año esta cantidad queda reducida a 2.350.000 euros.
Pero además los criterios para conceder estas prestaciones son más restrictivos que los del año pasado. En anteriores convocatorias bastaba con haber cumplido 65 años y encontrarse en una situación de precariedad económica para poder optar a estas ayudas. Sin embargo, para 2010 la Secretaría Xeral de Emigración ha elevado este baremo de edad a los 70. Si se tienen cinco años menos sólo se podrán solicitar las subvenciones en caso de enfermedad crónica grave que requiera de medicación o de un tratamiento que suponga un coste elevado. También se eliminan las ayudas que hasta ahora se venían concediendo "por hechos extraordinarios de carácter puntual".
Las prestaciones del programa individual que otorga Emigración van dirigidas a aquellos emigrantes que no dispongan de rentas, ingresos o patrimonio, los que se encuentren en una unidad familiar en situación de precariedad, los mayores de 70 años con escasos recursos, las personas con dependencia, invalidez o enfermedad permanente, aquellos que se encuentren en paro y los que hayan sido víctimas de violencia doméstica.
Demanda
La crisis económica, así como la ampliación de la nacionalidad a los nietos de los emigrantes, dispararon el pasado año un 40 por ciento las solicitudes que llegaron a la Xunta procedentes del exterior. Fueron en total 7.000 los gallegos residentes en la diáspora que reclamaron la subvención de la Secretaría Xeral de Emigración.
La partida inicial prevista ese año de 2.300.000 euros se quedó insuficiente y la Xunta habilitó en noviembre una cuantía adicional de 343.000 euros.
A pesar de constatarse este incremento en las peticiones de ayuda, este año la Secretaría Xeral de Emigración ha decidido limitar la partida destinada a este concepto a 2.350.000 euros.
La ventaja de la nueva convocatoria es que la orden de ayudas se ha publicado un mes antes de lo previsto, lo que permitirá a los emigrantes solicitar las ayudas y disponer de ellas con más antelación que en otras convocatorias.
Para poder beneficiarse de estas subvenciones la Secretaría Xeral de Emigración ha fijado unos baremos que serán puntuados para poder dar prioridad en las ayudas a los ciudadanos de la diáspora con necesidades más acuciantes.
Las prestaciones económicas que concede la Xunta podrán oscilar, según la situación del emigrante y su nivel de renta, entre los 150 y los 350 euros.